• HaZe

Versión analizada

0.2, publicada al parecer en mayo de 2001.

Estado actual

El proyecto está muerto y olvidado. Su página oficial —alojada en su día en Geocities— ha desaparecido, aunque existen algunas réplicas funcionales en Oocities y es.comp.os.linux.

Características resumidas

Esc. Virtuales Menús Iconos Temas Dockapps At. de teclado Barra de tareas
No No No No

Descripción


Captura de HaZe

Ahí lo tenéis, HaZe en funcionamiento, complementado con Kicker, el panel de KDE 3, en el extremo inferior de la pantalla. (La captura no es mía, procede de los foros de Puppy Linux) .


Derivado de un gestor de ventanas más antiguo, llamado MLVWM (Macintosh Like Virtual Window Manager), con el que comparte su funcionamiento general. Como podría esperarse de esta herencia, posee cierto parecido con la interfaz del Mac OS clásico, especialmente en su manejo.

Hay una barra con menús en la parte superior de la pantalla —sí, como en Mac OS—, que contiene también un área a la derecha para alojar pequeñas aplicaciones informativas..., o decorativas, como pueda ser el caso de Xeyes. No existe barra de tareas, pero su función la cumple un menú que muestra una lista de las ventanas abiertas. HaZe soporta escritorios virtuales, y para pasar de uno a otro existe otro menú, aunque también puede hacerse de forma mucho más ágil con la combinación de teclas apropiada.

Una característica curiosa de HaZe, también heredada de MLVWM e inspirada obviamente en Mac OS, son los globos de texto. En Mac OS servían para informarnos a los torpes de para qué servían los elementos de la interfaz, aunque terminaban haciéndose muy molestos incluso en pequeñas dosis. En HaZe se limitan a mostrar información sobre la ventana a la que está apuntando el ratón. En realidad, comparten los mismos defectos que los de Mac OS y ninguna de sus virtudes, así que no tienen mayor interés. El autor parece que también lo entendió así, y por ello vienen desactivados por defecto.

Este gestor de ventanas se configura mediante un archivo de texto llamado .hazerc, situado en el directorio raíz del usuario. La sintaxis es bastante sencilla; pese a ello, escribirlo desde cero puede ser una tarea tediosa y no apta para cualquiera, mayormente porque la documentación existente resulta escasa, está en inglés y parece dirigida a personas que ya conocen de antemano HaZe o su antecesor, MLVWM. Por suerte, el autor tuvo el buen criterio de incluir un fichero .hazerc de ejemplo, y modificarlo para vuestros propios usos resulta fácil y puede hacerse en cuatro ratos.

Primeras impresiones


Captura de HaZe

Y éste sí es mi escritorio: ROX Filer, Gnome-Mplayer mostrando un desfile militar, una terminal transparente. Como veis, la decoración que dibuja HaZe es blanca y negra. No resulta posible elegir otros colores.


Compilar HaZe fue rápido y sencillo; sorprendentemente rápido y sencillo, dado que se trata de una pieza de software que, en el momento de escribir esto, cuenta ya con nueve años de antigüedad... Pero GCC 4.2.4 hizo el trabajo con sólo algunos avisos.

La primera vez que arranqué el gestor de ventanas me encontré con la barra de menús vacía, y el infame diseño gris con puntos negros que coloca por defecto el X Window System como fondo de escritorio por defecto. Sí, un poco como arrancar el arcaico Twm, pero todavía más feo. Tras abrir una terminal y cambiar el fondo de escritorio a algo menos dañino —una capa sólida de color azul claro—, la pantalla tenía mucho mejor aspecto, pero seguía faltando algo..., menús que funcionasen, por ejemplo, o escritorios virtuales.

Y lo que faltaba, obviamente, era un archivo .hazerc que convirtiese HaZe en algo realmente usable. Pensé en escribir uno desde cero, así que me dispuse a leer la documentación... ¡Ah, HaZe no la copia al sistema durante la instalación! Bueno, junto con el código fuente viene incluido un fichero llamado CONFIGURATION, que contiene en esencia una copia del manual de MLVWM —cosa lógica cuando ambos gestores de ventanas comparten tanto—, y que resulta indigesto para alguien sin conocimientos previos. Pero releyendo con algo más de atención el archivo README descubrí que existía un fichero .hazerc de muestra, y que había que copiarlo a mi carpeta raíz como parte de la instalación de HaZe. Bueno saberlo... Así que lo hice, reinicié mi sesión gráfica, y por fin me encontré con un gestor de ventanas funcional.

Usando HaZe

Adaptar el archivo .hazerc de ejemplo a mis preferencias no fue demasiado complicado, y lo hubiese hecho con bastante rapidez si no me hubiese entretenido cambiando el tamaño de los iconos para los menús —48x48 píxeles me parecían demasiado grandes—. Sin embargo, sirvió para ilustrar algunas de las limitaciones de HaZe: y es que tratar de cambiar el color de menús y títulos de las ventanas terminaba invariablemente en una interrupción del gestor y una salida sin ceremonias a la consola. Quizás fuese cosa de mi sistema, pero el hecho de que las líneas que regulan la apariencia de las ventanas estén comentadas —y, por lo tanto, desactivadas— hace pensar que el autor era consciente del problema, y supongo que pensaría corregirlo en futuras versiones... Sí, esas futuras versiones que nunca llegaron.


Captura de HaZe

Una pausa para jugar al Atari Tetris... Esa mancha verde que se aprecia en la barra de los menús, a la derecha, es Xload mostrando la carga de trabajo del ordenador.


Aunque el caso es que, una vez bien configurado, HaZe resulta muy estable y puede convertirse en un entorno de trabajo bastante amigable. El autor lo recomienda para usuarios ascéticos de Unix/Linux que lanzan sus aplicaciones desde la línea de comandos, pero les gustaría contar con algunos menús para las tareas más comunes; y exactamente por ahí van los tiros, aunque en mi caso la terminal con su línea de comandos es más un suplemento que la parte principal del escritorio.

El manejo de las ventanas resulta bastante simple, y no se aleja demasiado del Mac OS clásico; pueden maximizarse, enrollarse —esto es, reducirlas hasta dejar visible sólo la barra del título— y ocultarse; las ventanas ocultas sólo pueden recuperarse desde el menú de tareas, situado en la esquina superior derecha de la pantalla. Y más o menos esto es todo lo que hay que saber... No existen funciones «avanzadas», tales como agrupar las ventanas mediante pestañas, como en Fluxbox, u ordenarlas en mosaico como puede hacerse en Windows. Tampoco parece que haga mucha falta.

Por suerte, hay algunas cosas importantes que se pueden configurar. Combinaciones de teclas para moverse entre ventanas y escritorios virtuales, por ejemplo, o lanzar aplicaciones. Puede cambiarse también el modelo de enfoque —que las ventanas se activen al recibir el puntero del ratón, o que haya que clicar en ellas como en Windows—, o especificar qué comandos se ejecutarán automáticamente al iniciar HaZe. Como siempre, os llevará algo de tiempo ver con qué opciones trabajáis más a gusto.

Lo que sí he echado de menos es una barra de tareas, que muestre en todo momento qué ventanas hay abiertas: el menú de tareas al que he aludido arriba es un pobre sustituto. Aunque claro, supongo que así también es más fiel a la interfaz de Mac OS; y, bien mirado, esta barra de tareas tendría que ir en la parte inferior de la pantalla y quitaría algo de espacio al escritorio. Ya puestos a pedir, tampoco estaría mal que HaZe hiciese uso de alguna manera de la rueda del ratón —si puede configurarse, no he encontrado la forma—.

Opciones de personalización

Ya he comentado que hay detalles funcionales importantes que podemos configurar: mayormente los menús —y sus respectivos iconos, si lo deseamos—, las funciones de las teclas y los programas que se cargarán al comenzar la sesión.

Teóricamente también se podría cambiar la estética, pero mis intentos de hacerlo han terminado con HaZe negándose a ejecutarse: quizás no funcione en mi sistema por algún motivo, pero lo más probable es que esta función no llegase a implementarse. Así que concluiré que no, no es posible alterar la apariencia del gestor de ventanas. Tendréis que conformaros con los menús de color negro.

Por lo demás, para asignar el fondo a vuestro escritorio tendréis que usar xsetroot, fbsetbg —que es parte de Fluxbox— o algún programa similar.

Aciertos

Inconvenientes

Conclusión

HaZe no fue muy lejos, como muestra su número de versión —0.2 implica que el autor sólo completó una pequeña parte del trabajo que tenía previsto—. Naturalmente, algunos detalles han quedado incompletos. Pero a pesar de esto, después de varios días expuesto a él me sorprendió un poco comprobar que, con sus carencias, puede llegar a ser un gestor de ventanas bastante cómodo y productivo. No estoy tan a gusto con él como con Fluxbox, pero funciona.

Galería de imágenes

Sólo un par de pantallitas más con HaZe en funcionamiento, que las de arriba me saben a poco:

Captura de HaZe

Otra sesión de trabajo con HaZe, con varias y coloridas herramientas posando para la posteridad: ni idea de qué se está ejecutando en el área de accesorios de la barra de menús. (La captura no es mía, procede de los foros de Puppy Linux).

Captura de HaZe

Dije que las entradas de los menús pueden ir adornadas con iconos, y bueno, aquí se aprecia un ejemplo; aunque a mí no me gustan tan grandes. (La captura no es mía, procede de la antigua página oficial de HaZe).

Descargas

Para el caso, improbable, de que algún lector tenga curiosidad y desee ver HaZe por sí mismo:

 

Artículo escrito en septiembre de 2010, con correcciones posteriores.


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