• Tvtwm

Versión analizada

Por alguna razón los autores de Tvtwm no usaron un sistema de versiones numeradas, como suele ser habitual entre los programadores, y se limitaron a contar los parches aplicados sobre el código original de Twm. A efectos prácticos, ése sería el número de versión.

Para escribir este comentario he usado la que creo es la edición más reciente de Tvtwm: el patchlevel 11, publicado en febrero de 1995.

Estado actual

Se trata de un retoño poco conocido de Twm, que tuvo cierta popularidad durante la primera mitad de los años 90 y cayó después en desuso. Ya no se sigue trabajando en él. A grandes rasgos, su sitio fue ocupado rápidamente por CTWM, Vtwm y FVWM 2.

Quizás quede aún algún usuario aislado, pero a efectos prácticos podemos considerarlo muerto.

Características resumidas

Esc. Virtuales	Menús	Iconos	Temas	Dockapps	At. de teclado	Barra de tareas
Sí	Sí	Sí	No	No	Sí	Parcial ¹

¹ El gestor de iconos puede funcionar como tal con las dimensiones adecuadas; el efecto resulta más convincente mediante la etiqueta «IconifyByUnmapping» del archivo de configuración.

Descripción

Ya, no resulta muy excitante, pero así comenzaron mis andanzas con Tvtwm. De izquierda a derecha: mi menú de aplicaciones, el icono de un programa minimizado —el navegador Opera—, y el imprescindible paginador, apodado aquí panner.

Tvtwm es un descendiente del venerable Twm, desarrollado entre 1990 y 1995. En principio fue obra del mismo autor, Tom LaStrange, aunque más tarde el proyecto pasó a manos de Chris Ross. Y el caso es que Twm puede parecer hoy una reliquia primitiva y poco interesante, pero se trataba de un entorno bastante completo para la época, gozó de un amplio seguimiento y sirvió como punto de partida para muchos otros gestores de ventanas. Algunos de ellos, como este Tvtwm, CTWM y algunos más, pretendían añadirle nueva funcionalidad, mientras que otros —Mwm, FVWM— buscaban convertirlo en algo distinto.

Tvtwm significa Tom's Virtual Tab Window Manager, y se distingue de su progenitor por varias características nuevas. De ellas, las más visibles son dos: la primera, la posibilidad de usar iconos en color, en formato XPM; y la segunda —y atracción principal—, la existencia de un escritorio virtual.

Actualmente, por «escritorios virtuales» solemos entender varios escritorios independientes entre los cuales el usuario va alternando, como ocurre por ejemplo en Gnome, KDE y muchos otros entornos. Sin embargo, la idea que hay detrás de Tvtwm, bastante popular entonces —y por ello, implementada en otros gestores de la época—, es sutilmente distinta: se trata de utilizar un único escritorio aunque, eso sí, más grande que el área que abarca el monitor, de modo que lo que el usuario ve en su pantalla es sólo una parte del área de trabajo real. Naturalmente uno puede desplazarse por este escritorio virtual e ir colocando las ventanas a su gusto. Explicado así puede parecer un concepto rebuscado, pero creo que las capturas de pantalla que acompañan este artículo lo ilustran claramente. En Gnome, por citar un caso de sobra conocido, la ventana de vuestro reproductor de música puede estar en el escritorio uno, o en el escritorio dos; en Tvtwm y otros gestores parecidos, podría encontrarse en la esquina inferior derecha, o quizás cerca del borde izquierdo de vuestro escritorio gigante.

Claro, la idea fallaría si el usuario no tuviese un medio rápido e intuitivo de moverse por este gran escritorio virtual. Por suerte lo hay. Se trata del paginador, en Tvtwm llamado panner: una reducida ventana, colocada habitualmente en el borde inferior derecho de la pantalla, que muestra una representación en miniatura de todo el espacio de trabajo, con las aplicaciones que hay abiertas en él. Su funcionamiento no entraña mucho misterio; y, aparte de desplazaros por el escritorio como quien recorre un papel con una lupa, permite también mover ventanas.

Las otras diferencias de Tvtwm respecto a Twm son menos destacables, pero la posibilidad de mostrar iconos en color supone una mejora clara. Posee, además, el efecto colateral de permitir el funcionamiento de algunas dockapps, esos pequeños accesorios que muestran relojes, gráficas de consumo de CPU y otras cosillas de interés, y que suelen quedar fijos en el escritorio como iconos.

Por lo demás, Tvtwm es tan personalizable como Twm; con el aliciente de que ambos gestores de ventanas usan el mismo archivo de texto con la misma sintaxis, de modo que una configuración de Twm puede usarse sin mayores problemas en Tvtwm —en realidad, parece existir alguna discreta incompatibilidad entre ellos, poco importante—. Como en Twm, si algo no os gusta, puede cambiarse..., salvo el aspecto general de ventanas y menús, claro.

Todo esto suena muy bien, pero Tvtwm no es perfecto. Dejó de desarrollarse en 1995, y por lo tanto puede ser difícil de compilar e instalar en sistemas modernos. Y, quizás debido también a esta antigüedad, a veces falla. Después hablaremos de ello.

Primeras impresiones

Navegando por el escritorio virtual de Tvtwm me encuentro una ventanita del navegador Galeon. Ya he escogido un fondo: una pequeña textura que se repite. Y como veis, la decoración que dibuja este gestor resulta idéntica a la de Twm.

¡Es como Twm! Y a mí Twm no me disgusta, de hecho me sentí bastante cómodo con él... Así que mi primera impresión fue positiva. Y más positivo aún fue comprobar que podía usarse la configuración de Twm en Tvtwm sin mayores cambios. Y como propina iconos en color: ¿qué más se puede pedir?

Pues el escritorio virtual, por supuesto. Puede emplearse Tvtwm sin él, ciñéndose sólo al espacio de la pantalla, como ocurre en Windows o Twm; pero esto sería un poco como comprarse un todoterreno para ir sólo por la ciudad. Así que la segunda cosa que hice con Tvtwm —la primera consistió en copiar la configuración y los menús que escribí para Twm— fue ésa, arreglarme mi escritorio virtual. No tiene mayor complicación, de todas formas, y en el manual está bien explicado.

Llegados a este punto, surgió un problema inesperado... Debido a que la implementación que hace Tvtwm del escritorio virtual tiene algunas peculiaridades, utilidades para especificar fondos de escritorio como fbsetroot o Feh no terminan de funcionar: mis fondos se convertían en un revoltijo de colores en cuanto me movía por mi escritorio virtual. Al final, vi que lo recomendable era especificar mi fondo de escritorio mediante las directivas apropiadas en el archivo de configuración —en mi caso, lo renombré a .tvtwmrc—; y, además, para que esto funcione correctamente uno debe tener instalado Xloadimage, un programa para mostrar imágenes realmente viejo que puede ser complicado encontrar a estas alturas.

Pero bueno, resolví este detallito y escogí un fondo más o menos bonito. Y lo mejor de todo es que este fondo se movía también al desplazarme por el escritorio virtual, de modo que da una impresión de solidez muy auténtica: ponedle al escritorio como fondo una textura de madera, y si ésta es realista casi pensaréis que estáis trabajando en una mesa de verdad.

Usando Tvtwm

Un día normal de trabajo con Tvtwm. En la esquina superior izquierda espera el gestor de iconos, heredado de Twm. Podéis ver también, en el rincón opuesto, un par de dockapps en marcha.

Como ya habréis adivinado, viene a ser lo mismo que emplear Twm, sólo que los iconos de las aplicaciones minimizadas se dibujan nítidamente y en color, y el usuario, por medio del escritorio virtual, cuenta con mucho más espacio para situar ventanas.

Hay una salvedad. Twm es sólido como una roca. Nunca, jamás lo he visto colgarse y morir. De Tvtwm no puedo decir lo mismo. Quizás la diferencia estribe en que Twm, pese a conservarse sin cambios funcionales desde 1990, forma parte de la distribución oficial del X Window System, y hay alguien que se encarga al menos de hacer un mantenimiento mínimo y asegurarse de que sigue funcionando en sistemas modernos; mientras que Tvtwm quedó abandonado en 1995 y desde entonces nadie se ha preocupado por él. Da igual, el caso es que falla, y de vez en cuando se interrumpe y aborta con él toda la sesión gráfica... He podido darme cuenta de que esto sucede al ejecutar algunas aplicaciones. En mi ordenador, DOSBox invariablemente le provoca a Tvtwm un infarto, y correr utilidades de Windows mediante Wine puede hacerlo también.

Otro pequeño problema es que ciertos programas, al mostrar ventanas temporales —el diálogo de buscar texto de Leafpad, por ejemplo—, de algún modo obligan a Tvtwm a redibujar toda la pantalla. Es un poco desconcertante. También fastidioso, porque cuando sucede los iconos de las ventanas minimizadas se reubican, y pierden el orden que haya podido darles el usuario.

Los cuelgues ocasionales de Tvtwm son una pena, porque en general me pareció un gestor de ventanas realmente confortable. Posee toda la flexibilidad de Twm y subsana algunas de sus carencias más importantes. Y respecto al escritorio virtual... A mí me gusta, puede que incluso más que la idea de escritorios virtuales como entornos de trabajo separados, que suele ser más habitual hoy en día. Lo encuentro simple e intuitivo.

Opciones de personalización

Todas las de Twm, más algunas relacionadas con las nuevas características que introduce Tvtwm. Si usáis el escritorio virtual y queréis un fondo que no sea una capa de color sólido, necesitaréis instalar Xloadimage.

Aciertos

Tan configurable como Twm; puede que incluso más, porque Tvtwm permite el uso de macros de M4 en el archivo de configuración. Esto puede emplearse para..., para... Pues no lo sé con certeza, pero la posibilidad existe; por ejemplo, yo las usé con Piewm para cargar un fondo de escritorio aleatorio en cada sesión de trabajo.
Y, hablando de archivos de configuración, los de Twm suelen servir para Tvtwm sin que sea necesario hacer cambios.
El escritorio virtual. Parece bien estudiado, de modo que los autores se preocuparon de que resultase realmente cómodo para el usuario, añadiendo las funciones oportunas —movimiento de ventanas desde el panner, posibilidad de hacerlas pegajosas, etc—.
Iconos en color.
Como en Twm, contamos con el gestor de iconos, en esencia algo parecido a una barra de tareas. Aunque quizás aquí no resulte tan útil.

Inconvenientes

Tvtwm con otra estética diferente.

Inestable. Ejecutar ciertos programas puede acabar interrumpiendo vuestra sesión de trabajo. Como comprenderéis se trata de un inconveniente bastante serio.
Mantiene algunas de las rarezas de Twm, como su peculiar método de cambiar el tamaño de las ventanas.
Y estéticamente también resulta bastante parecido, cosa que a mucha gente no le gustará.
Como Twm, Tvtwm es muy configurable, y esto implica dedicar bastante tiempo a hacer ajustes y tocar cosillas. La configuración por defecto de Tvtwm es tan poco hospitalaria como la de su progenitor.
Para colocar fondos de escritorio es necesario disponer de Xloadimage, un auténtico vejestorio que puede ser difícil instalar en sistemas modernos. XV también puede funcionar, si bien viene a ser casi igual de arcaico.
El panner está muy bien y es muy informativo, pero a veces deja de responder a las acciones del ratón, no sé por qué...
¡Algunas ventanas —la de inicio del navegador Opera, por ejemplo— no aparecen en el escritorio! Por suerte, sólo ocurre muy de vez en cuando. Aun así, es un inconveniente que vale la pena mencionar.

Conclusión

Twm + escritorio virtual + iconos en color = Tvtwm. Podría ser un entorno de trabajo muy recomendable, pero sus fallos —sobre todo su falta de estabilidad— terminan haciéndose enojosos. Si alguien se muere por usar un derivado de Twm en su ordenador, yo seguramente le recomendaría CTWM o Vtwm.

Descargas

Entonces, ¿os morís de ganas de probar Tvtwm? Lo veo improbable, mas por si acaso os dejo el siguiente material:

Código fuente de Tvtwm. La misma versión que he empleado yo, el patchlevel 11. Para compilarlo necesitaréis seguramente alguna versión antigua de GCC —las de la serie 3 funcionan bien, las posteriores por lo que he comprobado se atragantan en el archivo parse.c—, e Imake.
Binarios listos para usar : simplemente instaladlos mediante un «make install». Preparados con GCC 3.4.6 y Glibc 2.5. Requieren las bibliotecas básicas del X Window System, y libXpm.
Y por último, mi archivo de configuración, del que no se me ocurre nada que destacar.

Artículo escrito en noviembre de 2010.

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