• SedWM

Versión analizada

1.2, publicada en mayo de 2008.

Página oficial

http://sed.free.fr/

Estado actual

Fue un pequeño proyecto del autor, escrito en 2008 de un modo más bien casual y sin promesas de continuidad. Y en efecto no la ha habido, sigue como quedó entonces. Se trata de software modesto escondido en un rinconcillo apartado de Internet, así que no le supongo más que un puñado de usuarios, y me sorprendería que en 2017 quedase alguno.

Características resumidas

Esc. Virtuales Menús Iconos Temas Dockapps At. de teclado Barra de tareas
No No No No No 1 No

1 Hay unos pocos predefinidos para realizar algunas funciones, pero nada que el usuario pueda editar fácilmente. Cambiarlos requeriría unos conocimientos básicos de programación en C y revisar el código fuente.

Descripción


Captura de SedWM

Mi primera sesión con SedWM. El código fuente del gestor aparece en la ventana del editor de texto —NEdit —, y en ella podéis leer la descripción que hizo el autor del proyecto.


SedWM viene firmado, naturalmente, por un tal Sed, desde Francia. El autor lo describe escuetamente, tal que así —traduzco a mi manera del primer comentario del fichero del código fuente, sedwm-1.2.c—:

«[...] un gestor de ventanas diminuto con pantallas virtuales y algunos fallos. Eh, esto es sólo una chapuza [hack], seguramente no lo necesitas (pero yo sí, FVWM es excesivo)».

Y sí, hablamos de un programa reducido: poco más de novecientas líneas de código —contando entre ellas los comentarios—, sin otras dependencias que las bibliotecas básicas de C y el X Window System, y que se traducen en un archivo ejecutable que ocupa unos irrisorios 18 KB en disco. En su página web el autor comenta que no [es] tan pequeño como TinyWM, así que puede deducirse que de ahí le vino la inspiración.

Aunque SedWM ofrece dos características ausentes en TinyWM: decoración para las ventanas, y las «pantallas virtuales» que he citado arriba —vale, por tal cosa entiéndase un escritorio virtual más grande que el área mostrada en el monitor—. Son sin embargo los dos únicos «lujos» que el usuario va a encontrar aquí, porque por lo demás hablamos de una interfaz muy básica que incluye sólo las capacidades más imprescindibles: mover ventanas, alterar sus dimensiones y posición en la pila, y cerrarlas clicando sobre el control dibujado a tal efecto, nada más. Bueno, también es posible invocar Xterms presionando [Alt] y [F1], y utilizar un puñado de combinaciones de teclas y ratón para realizar algunas operaciones.

Ah, antes de que se me olvide: no existe un pager que represente el escritorio virtual. Sólo un discreto rectángulo en la esquina inferior izquierda, que informa al usuario de cuál es su posición en él. Menos es nada...

Como ya imaginaréis no hay ningún método para personalizar el funcionamiento de SedWM. Éste viene definido en su código fuente, el archivo sedwm-1.2.c, y quien desee cambiar algo necesitará unos conocimientos mínimos de programación y compilar una nueva copia del gestor.

Primeras impresiones

La verdad es que no esperaba encontrar algo muy diferente a TinyWM, que ya usé hace algún tiempo. De hecho pensaba que SedWM era una evolución de él, aunque más adelante comprobé que tal suposición era errónea y los dos gestores no comparten código.


Captura de SedWM

Y esta podría ser mi segunda sesión... Si os fijáis atentamente en la esquina inferior izquierda veréis un diminuto letrero que dice 1x1: ésa es mi posición en el escritorio virtual.


Por alguna razón SedWM sólo decora las ventanas que aparezcan después de su ejecución, un comportamiento más bien atípico que me desconcertó un poco. Sucede que tengo costumbre de cargar de forma automática —desde el fichero ~/.xinitrc— algunas aplicaciones, normalmente una terminal y un reloj, antes de invocar el gestor de ventanas correspondiente. Cuando éste arranca —pongamos que se trata de, qué sé yo, Twm— añade a ambas ventanas su decoración, y ésa es la pista visual necesaria para saber que la sesión de trabajo está en marcha. En cambio, SedWM no dibuja nada en estas ventanas ya existentes, así que creí que algo iba mal y el gestor se había interrumpido: necesité un par de intentos para comprender qué ocurría.

Decoración para las ventanas muy básica, con dos colores planos. Y en ella un único control, un cuadrito oscuro colocado en su esquina superior izquierda. ¿Para qué servirá? Clic... Ah, vale, para cerrar el programa en cuestión. Compruebo que no hay ningún tipo de menú, pero como ya he explicado puedo abrir Xterms a voluntad, con fondo negro y texto blanco, pulsando [Alt] y [F1]. Bien, de momento no necesito más.

Además, al iniciarse SedWM pinta con una capa negra el fondo de escritorio, tapando así la foto de gatitos que había elegido yo. Este detalle no me convence, aunque tampoco supone una molestia. El resultado ya se aprecia en las capturas de pantalla: un escritorio muy austero, con poco colorido y formas sólidas y simples. Me entretengo asignándole a mi reloj —Dclock — los mismos tonos de azul brillante que emplea el gestor en los títulos de las ventanas; así imaginábamos en los años ochenta la informática del futuro.

Usando SedWM

He pasado con él más tiempo del que esperaba, más de tres semanas. Y sí, SedWM es un gestor de ventanas sobrio, rudimentario, con la funcionalidad mínima; un trabajo pensado para esos franciscanos de Unix que a una interfaz de escritorio sólo le piden que invoque Xterms. Como a estas alturas de la vida yo encajo bastante en ese perfil me desenvolví felizmente con él. Reconozco no obstante que existen alternativas más confortables, incluso si lo único que uno busca es eso, ejecutar terminales.

Veamos, por ejemplo, el escritorio virtual. Salvo que alguien emplee una copia personalizada del gestor, éste es grande, una cuadrícula de 5x5 veces el tamaño del monitor. Eso se traduce pues en 25 pantallas diferentes, porque al contrario que en otras implementaciones de la idea —FVWM, Vtwm— aquí no se le permiten al usuario desplazamientos parciales. Mucho sitio por el que dispersar ventanas, vaya: yo raramente ocupé más de seis. Ahora bien, esto no termina de resultar práctico en sesiones concurridas porque no existe ningún paginador que represente todo este espacio y sus contenidos, y la memoria humana es más bien frágil —«¿dónde mierdas dejé el editor de textos con las letras de Georgie Dann?»—. El único recurso que queda cuando uno se pierde es consultar, abajo y a la izquierda, el pequeño cuadrito de información que indica qué celda de este escritorio virtual gigante se halla visible en un momento dado.

Un aspecto llamativo de SedWM es que en él no se minimizan ventanas; se trata de una peculiaridad que sólo he encontrado en otros dos gestores, AHWM y TinyWM —claro, en este último era previsible—. Se espera pues que el usuario reparta sus actividades de forma expansiva por el escritorio virtual, en el que ya he comentado que hay espacio de sobra. «¿Entonces todas las ventanas quedan siempre desplegadas?», se preguntará alguien, «¿y eso es realmente cómodo?». Pues... Más o menos. Otros proyectos ofrecen soluciones mejores, no lo niego; mas dejando un máximo de tres, cuatro o quizás cinco de ellas abiertas en cada pantalla las sesiones de trabajo transcurren de un modo llevadero, sin volverse liosas. Esto confirma algo que ya comprobé en AHWM: minimizar ventanas no es tan necesario cuando se dispone de la cantidad suficiente de escritorios virtuales.


Captura de SedWM

SedWM tal y como lo presenta el autor en su página web . La captura data de 2008.


Vale, no estamos hablando de un gestor muy ergonómico. De hecho, los atajos de teclado que el autor definió para él interfieren con los de otros programas; mala suerte para quien utilice [Ctrl] y los cursores para desplazarse rápidamente por un texto... Y llevar el puntero del ratón a los bordes de la pantalla mueve instantáneamente la vista por el escritorio virtual, cosa a la que me he acostumbrado con el uso pero que sigue sin agradarme, porque resulta muy fácil hacerlo por error.

Siguiendo con la ergonomía: aquí no hay ventanas «pegajosas» —es decir, siempre visibles, con independencia de tu posición en el escritorio virtual—. Entonces, ¿alguien quiere un reloj que ocupe permanentemente un rincón del monitor? Que se fastidie, no es posible. Cada vez que quiera consultarlo deberá acudir a la pantalla en la que lo dejó.

Para traer una ventana a primer plano basta clicar con el botón izquierdo del ratón sobre su título. El derecho, en cambio, la enviará al fondo de la pila. Dada la ausencia de menús o barras de tareas, recuperar las que hayan quedado totalmente ocultas por otras puede ser a veces engorroso. Modificar su tamaño debe hacerse arrastrando su esquina inferior derecha, procedimiento que obliga a apuntar a un área muy reducida y por lo tanto requiere algo de maña.

Y ya que lo he mencionado, el movimiento y cambio de dimensiones de las ventanas se realizan de forma opaca, dibujando sus contenidos en el proceso. Y esto, como explica el autor en un comentario del fichero sedwm-1.2.c, se come un montón de CPU [...] (aunque supondría mucho más código hacerlo por el método eficiente). Representará un problema en las máquinas más viejas, Pentiums II y similares, pero en 2017 no creo que queden muchas operativas.

Por lo demás, SedWM es un gestor pequeño, poco ambicioso y más bien improvisado en cuatro tardes, así que, ¿compatibilidad con estándares como EWMH? Oh, no me hagáis reír... Ninguna. Eso significa que no puede complementarse con accesorios de terceros —ya sabéis, paneles, pagers, iconos para el escritorio, todo eso—: la mayoría no funciona en absoluto, unos pocos —Idesk , por citar uno— sólo de forma limitada. Además, surgen inconvenientes con algunas aplicaciones: imposible arrastrar elementos entre programas basados en GTK2, por ejemplo, y los menús desplegables del software escrito con Motif se comportan de un modo errático.

Para terminar, ya como anécdota, diré que me animé a husmear en el código de SedWM y hacer algunos cambios. Eliminé el fondo negro, con lo que por fin pude disfrutar de mis ansiadas fotos de gatitos. Y alteré los colores de la decoración y la fuente utilizada en ella. Sólo eso, mis conocimientos no dan para más.

Opciones de personalización

Ninguna, salvo que sepas programar en C. Los cambios elementales —modificar los atajos de teclado o el área del escritorio virtual— son de todos modos relativamente sencillos.

Documentación

Hay una somera descripción del gestor al principio del fichero sedwm-1.2.c, que enumera sus características principales, atajos de teclado y controles del ratón. Suficiente, directa al grano, ni una pizca de información sobrante.

Aciertos

Inconvenientes


Captura de SedWM

Navegando por Internet con Elinks , y jugando a una versión muy antigua de Xmahjongg .


Conclusión

Pues sí, el autor tenía razón: más pequeño que FVWM, no tanto como TinyWM. Para mi gusto le falta refinamiento, podría compararlo con una escultura bien formada pero en la que no se han terminado los detalles. Hay errores por corregir, y alguna característica interesante que añadir —¡ventanas pegajosas, movimientos transparentes!—. Usable, mas entre los gestores minimalistas creo que hay mejores opciones: yo encuentro más amables con el usuario Wmx, Windowlab, o incluso 9wm y Lwm si realmente quieres quedarte con lo mínimo.

Galería de imágenes

Como por Internet deben circular a lo sumo tres o cuatro capturas de SedWM en acción, agrego las mías:

Captura de SedWM

Jugando —con blancas— a Colossus Chess en un emulador de Amstrad CPC. Ésa fue una de las pocas victorias que recuerdo en dicho juego, yo no soy exactamente una estrella del ajedrez.

Captura de SedWM

Mi copia modificada de SedWM: ya no existe el fondo negro, y el indicador de posición en el escritorio virtual aparece dentro de un rectángulo verde para que destaque sobre la foto del gatito. Elegí también una fuente más vistosa.

Captura de SedWM

MGv es un programa viejo basado en Motif, de 1998, pero para ver documentos en formato PostScript aún sirve. Leyendo, por lo demás, sobre el trabajo en almazaras.

Captura de SedWM

En primer plano un remake moderno de uno de los videojuegos más crueles creados por el ser humano, Abu Simbel Profanation. Poco más que comentar aquí.

Descargas

¿Queréis probarlo? Razón aquí:

 

Artículo escrito el 17 de febrero de 2017.


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