• Pekwm

Versión analizada

0.1.17, publicada el 26 de mayo de 2013.

Páginas oficiales

http://www.pekwm.org
https://github.com/pekdon/pekwm

Estado actual

El proyecto sigue activo, con pequeños cambios y correcciones que se van efectuando a un ritmo muy pausado. Y una ojeada rápida en Internet revela que a su alrededor existe una modesta comunidad de usuarios.

Características resumidas

Esc. Virtuales Menús Iconos Temas Dockapps At. de teclado Barra de tareas
No No

Descripción


Captura de Pekwm

Así luce Pekwm en su configuración por defecto, con un tema visual llamado muy apropiadamente «default». Hay una terminal ejecutando el navegador Elinks, un reloj —Xdotclock—, y un par de réplicas de ROX Filer.


Según la página oficial:

«Pekwm es un gestor de ventanas que una vez estuvo basado en Aewm++, pero ha evolucionado lo suficiente para no parecerse más a él. Cuenta con un conjunto de características muy amplio, en el que se incluye agrupar ventanas (como en Ion, PWM o Fluxbox), autopropiedades, Xinerama, atajos de teclado que admiten secuencias de teclas, y mucho más».

Desarrollado desde tierras suecas por Claes Nästén y un modesto equipo de colaboradores. Pekwm divergió de Aewm++ en 2002, aunque ya en estas primeras versiones poseía los rasgos más reconocibles que le diferenciaban de su progenitor.

Entre ellos, el más obvio es la posibilidad de colocar varias ventanas en un mismo marco, de modo que resulten accesibles mediante una interfaz de pestañas. En 2016 no se trata de una funcionalidad precisamente inédita en un gestor de ventanas, y probablemente el ejemplo más famoso lo hallemos en Fluxbox; en cambio, cuando Pekwm comenzó su andadura sí se trataba de una idea novedosa, y de hecho fue uno de los gestores pioneros en implementarla —aunque al parecer esto se hizo por primera vez en PWM, de Tuomo Valkonen—. Los autores consideran este detalle una de las cualidades fundamentales del proyecto.

¿Más cosas importantes? Bueno, Pekwm cuenta con un sistema configurable de menús que puede emplearse para ejecutar programas o realizar algunas operaciones, muy al estilo de los de Fluxbox u Openbox; si bien parte de sus contenidos puede prepararse de forma dinámica mediante scripts. También ofrece soporte para dockapps, reservando para ellas una parte de la pantalla que en esta ocasión recibe el nombre de harbour. Y por supuesto temas visuales que alteran la estética de los elementos de la interfaz —decoración de las ventanas, menús—, y algunas de sus funciones. La única carencia llamativa para un usuario recién llegado quizá sea algún tipo de panel o barra de tareas; pero, como veremos después, tampoco resulta un accesorio imprescindible.

Como en todo gestor de pila moderno las ventanas pueden minimizarse —ocultándolas, o enrollándolas de modo que sólo quede visible la barra del título—, y maximizarse también de varias formas —en vertical, en horizontal, u ocupando todo el espacio disponible—. Y permite asimismo separarlas en tres capas: la normal, una que queda siempre por encima de ella, y otra debajo.

Debo mencionar también la presencia de escritorios virtuales, en su modalidad de espacios de trabajo independientes.

Por último, la configuración se almacena en el directorio oculto ~/.pekwm, dentro del cual se alojan varios archivos de texto plano. El principal es ~/.pekwm/config, luego hay otros dedicados a aspectos concretos del gestor: ~/.pekwm/keys para los atajos de teclado, ~/.pekwm/menu para el contenido de los menús, etc. Sintaxis bastante simple: etiquetas a las que se asignan valores, organizadas por secciones de forma jerárquica. Los temas visuales se guardan dentro de ~/.pekwm/themes.

Primeras impresiones

En mis tentativas iniciales Pekwm moría antes de haber nacido, durante el proceso de arranque de mi sesión gráfica. Así que de vuelta bruscamente a la consola, y sólo un error genérico que no me aclaraba gran cosa:

terminate called after throwing an instance of 'std::string'

Captura de Pekwm

Tomada el mismo día que la anterior, esta captura muestra algunas dockapps en la esquina superior derecha. Leyendo la documentación para aprender a usar el gestor.


Tras ejecutarlo mediante strace comprobé que el fallo ocurría porque intentaba acceder a ficheros de configuración —como he dicho, ~/.pekwm/config y sus amigos— que todavía no existían en mi sistema. Al parecer no se crean automáticamente al instalar o cargar por primera vez el gestor, y tuve que copiarlos manualmente desde /usr/local/etc/pekwm. Yo hubiese agradecido mucho un mensaje más informativo: qué sé yo, algo como «no se encontró el fichero X».

Ya solucionado este inconveniente, hice algunos ajustes muy básicos y empecé por fin mi primera sesión con Pekwm. Su apariencia por defecto —el tema «default»— brilla con un llamativo color naranja, y muchos componentes de la decoración muestran esquinas redondeadas. Los controles de las ventanas se hallan representados por una figura semejante a una pequeña diana de color blanco: la misma para todos ellos, minimizar, maximizar y los demás. Y queda así como elegante y vanguardista ver esos cuatro circulitos iguales —uno en el extremo izquierdo del título, los otros tres a la derecha—. Mi impresión general se resumiría en un «¡eh, no está mal!».

Ahora, no hace falta ser un lince para adivinar el problema: estamos hablando de cuatro elementos idénticos con funciones diferentes. La única diferencia entre el iconito de minimizar ventanas y el de cerrarlas se halla en su posición dentro de la barra del título. ¡Disfrute clicando a ciegas sobre controles enigmáticos y sorpréndase con los resultados! Vale, sólo es necesario un mínimo de ensayo y error para memorizar el cometido de cada uno; aun así, mala idea.

Luego, tras un rato experimentando, toqueteando los archivos de configuración y leyendo la guía de uso, comprobé que Pekwm, aunque accesible, es más complejo y sofisticado de lo que aparenta. No basta una tarde para formarse una opinión fundada.

Usando Pekwm

«"¿Por qué programar otro gestor de ventanas?", preguntan algunos. Esto puede confundir a algunas personas, pero la mejor respuesta es "¿por qué no?". Se alega por ahí que es mejor contar con un único entorno de escritorio estándar, de modo que nuestras madres puedan apañárselas; aunque, honradamente, si la mayoría de nosotros quisiéramos el mismo entorno que nuestras madres no estaríamos leyendo esto. Lo mismo podría aplicarse a tu hermana, tu compañero de habitación, tu mujer, o incluso tu gato.

»"¿Por qué debería utilizar Pekwm?", preguntan otros. Nadie dijo nunca que deberíais. Nosotros, sin embargo, lo usamos. Y sois bienvenidos también. Deberíais emplear el entorno que mejor se adapte a vosotros».


Captura de Pekwm

Pekwm 0.1.10 en un monitor panorámico, y luciendo una estética que trata de imitar la de BeOS . Arriba, a la izquierda, dos ventanas aparecen agrupadas. (La captura no es mía, la hizo Nästén y procede de la antigua página oficial).


Vale, antes he mencionado a Fluxbox y Openbox, y de entre los gestores de ventanas mayoritarios quizás sean los más similares a Pekwm. Al menos de un modo superficial. Cierto, Openbox no permite trabajar con pestañas; y, salvo que estéis locos y disfrutéis escribiendo tediosos bloques de XML, lo configuraréis mediante utilidades gráficas. Y Fluxbox cuenta con una barra de tareas. No obstante, durante el mes que he pasado con Pekwm no he dejado de acordarme de ellos. Y compruebo que no se trata de una asociación tan descabellada: otras personas la han hecho también .

Probablemente Fluxbox resulta más completo y refinado —insisto, barra de tareas—, aunque Pekwm cuenta con algunas funciones exóticas que yo no recuerdo haber visto en otros lugares. Por ejemplo, lo que la guía llamaba «rellenar»: doble clic con el botón izquierdo del ratón sobre el título de una ventana para que ésta se expanda hasta tocar los bordes de otras ventanas colindantes. O la posibilidad de asociar acciones a los extremos del escritorio. En realidad no se trata de detalles trascendentales, pero a algunos usuarios les pueden venir bien. A mí sin ir más lejos me encanta cambiar de escritorio virtual llevando el puntero del ratón al borde correspondiente mientras mantengo pulsada la tecla [Alt].

Y ya que hablo de teclas, en principio sería factible desconectar el ratón y controlar Pekwm sin él. Sí, a pesar de tratarse de un gestor de pila y manejar ventanas flotantes. También poco práctico, para qué nos vamos a engañar, quizás más parecido a interpretar las Danzas Húngaras de Brahms en un piano que a trabajar con un ordenador... ¡Eh, como idea mola! Los autores no mienten, y el sistema de atajos de teclado que programaron aquí es muy potente; incluso permite encadenar pulsaciones de una o varias teclas simultáneas, por si sois tan exigentes que las combinaciones simples con [Ctrl] o [Alt] no os satisfacen.

Las famosas pestañas cumplen lo que prometen. Sin embargo, no se me antojan una característica demasiado interesante, ni aquí ni en Fluxbox. Ya no estamos en 2001: hoy en día muchos programas de uso corriente ya incorporan sus propias interfaces de pestañas —como ejemplo más notorio, casi todos los navegadores web—, y con ello se reduce en gran medida la necesidad de que lo hagan los gestores de ventanas. Yo creo que sólo recurrí a esta posibilidad en un par de ocasiones, para agrupar réplicas de Aterm —sí, continúo usando eso—. Mi costumbre habitual, en cambio, era repartirme por mis escritorios virtuales reservando uno para cada tarea.

Minimizar ventanas me ha resultado aquí algo incómodo, porque no he encontrado un método que realmente me guste para recuperarlas. Por alguna razón existen dos menús de tareas, pero ambos muestran todas las creadas en todos los escritorios virtuales, y en sesiones concurridas cuesta encontrar la deseada. Y si uno salta entre las ventanas del presente espacio de trabajo pulsando [Alt] y [Tab], las minimizadas quedan fuera de la lista. Entonces, la mejor alternativa tal vez sea asociar un tercer menú predefinido en Pekwm, Icon, a algún clic del ratón sobre el fondo del escritorio: este menú muestra solamente las ventanas minimizadas para que puedan ser restauradas.

¿Y las «autopropiedades» que también nombran los autores? El concepto suena excitante, mas se trata de algo que ha ido apareciendo esporádicamente en algunos gestores desde los remotos tiempos de Twm: ajustes automáticos para las ventanas de programas concretos. ¿Queréis que vuestro reloj se dibuje sin bordes ni título? ¿Que vuestra hoja de cálculo se abra siempre en un escritorio virtual llamado «Oficina»? ¿Que todas las ventanitas que abra el navegador Dillo queden ordenadas mediante pestañas? Ese tipo de ajustes.

Hablando ya más en general, Pekwm es quizás un poco más arisco para el usuario novato que otros gestores parecidos —vuelvo a pensar en Fluxbox—, debido a las peculiaridades de su configuración. Unos ficheros leen el contenido de otros, y además en ellos se usan variables y expresiones regulares: se trata de un sistema versátil, potente, pero también complejo. Aunque no temáis, tampoco alcanza el nivel de dificultad de CTWM o FVWM.

Opciones de personalización


Captura de Pekwm

Una partida a Nethack en una terminal, Elinks en la otra, y el menú de aplicaciones que incluye Pekwm en su configuración básica desplegado.


Muy numerosas: modelo de enfoque, contenido de los menús, colores y fuentes de texto, ajustes relativos a escritorios virtuales... En alguna faceta —los atajos de teclado, la opción de asociar acciones a los bordes del escritorio— va más lejos que otros gestores de ventanas.

Pekwm admite temas gráficos, y de hecho existe un amplio repertorio disponible en Internet. Modifican el aspecto de la decoración, pero también la cantidad y funciones de controles en los títulos de las ventanas.

Documentación

La página de manual apenas explica nada. Los autores redactaron también una completa guía de uso que deja muy pocos puntos por tocar. Ésta suele distribuirse en un documento en formato PDF, aunque también se hallaba colgada en su página web .

Aciertos

Inconvenientes

Conclusión

Salvo por la ausencia de una barra de tareas, Pekwm es un gestor versátil con opciones para satisfacer a casi todos los públicos. Ahora, lo veo más idóneo para usuarios que dominen algunos conceptos básicos, o que al menos estén dispuestos a leer la documentación: la gente más novata seguramente haría mejor instalando algo como Fluxbox.

Galería de imágenes

Como en Internet no abundan las capturas de Pekwm —en mis búsquedas creo que sólo encontré las de otros dos usuarios—, añado unas pocas más:

Captura de Pekwm

El tema «Dialog» homenajea a las interfaces de texto... En primer plano espera el menú de tareas, y ocupando la mayor parte de la pantalla Infra Arcana . El paginador de la derecha es ObPager , concebido en principio para Openbox.

Captura de Pekwm

Y aquí intentando comprender Cthulhu Angband . Destaca, sobre el resto de ventanas de la pila, el diálogo que emplea Pekwm para informar del escritorio virtual activo tras cada cambio.

Captura de Pekwm

«Dialog» me gusta, se trata de una estética limpia y clara. Estoy matando el rato con un juego llamado SuperMaze que rescaté de algún agujero perdido de Internet.

Captura de Pekwm

En cambio el tema «BR_first» me agrada menos y no resulta precisamente un prodigio de usabilidad: tiene su punto original, eso sí. Hay una ventana enrollada en la mitad superior. Y aunque la captura sugiera lo contrario, sigo utilizando Linux.

Captura de Pekwm

Otra cara diferente de Pekwm, el tema «Vita». Puede verse en acción el diálogo de buscar ventanas, útil muy ocasionalmente en sesiones concurridas.

Captura de Pekwm

Nada nuevo que mostrar. Dos ventanas de ROX Filer, una imagen cargada en GQview. Programas un tanto anticuados ya en 2016, pero que sigo usando con asiduidad.

 

Artículo escrito el 2 de mayo de 2016.
Revisado ligeramente en mayo de 2018.


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