• Ion

Versión analizada

3-20090110, publicada en enero de 2009.

Página oficial

http://tuomov.iki.fi/software/

Estado actual

Abandonado por el autor. Pero como fue un proyecto que logró un público considerable, no ha caído en el olvido: otra gente siguió desarrollándolo con el nombre de Anion3, y éste fue a su vez descartado y sustituido por Notion .

A pesar de la existencia de estas variantes más modernas no dudo que exista todavía gente que lo use. Ya he dicho que fue muy conocido en su momento, y esa fama no desaparece en dos días.

Características resumidas

Esc. Virt. Menús Temas Flotantes Títulos B. de estado Manejo
Manual

Descripción


Captura de Ion

Mi primer vistazo a Ion: un mosaico con una terminal ocupando la mitad izquierda del monitor, y una copia del manual a la derecha. Si os fijáis, este segundo marco contiene también un reloj (Dclock), oculto pero accesible mediante las pestañas del borde superior.


Creado por Tuomo Valkonen, un programador finlandés, Ion fue durante años uno de los gestores de mosaico más populares. A su alrededor creció una amplia y vibrante comunidad de usuarios. Pero luego, con los años, Valkonen fue desencantándose con el mundillo de Unix y el software libre —por ejemplo, le gustaba comparar las distribuciones de Linux con ineficientes economías comunistas—, y finalmente dejó el proyecto. Se trataba de un hombre con personalidad, vaya, y puntos de vista atípicos que solía defender con vehemencia: véase como muestra este virulento —y enjundioso— artículo contra el automóvil y los fascistas del petróleo.

Respecto a Ion, el autor escribió un manifiesto que ya no he podido encontrar; pero en su página es posible leer lo siguiente:

«Ion fue escrito para experimentar con un tipo diferente de gestión de ventanas. Trata de resolver el problema de la navegación [entre ventanas] dividiendo la totalidad de la pantalla en marcos que no se superponen. Los monitores grandes tienen tanto espacio que esto debería ser práctico, y los pequeños no pueden de todas maneras mostrar más de una ventana al mismo tiempo».

Y sí, en efecto: como en todo gestor de mosaico, la idea básica consiste en que las ventanas se reparten el espacio de la pantalla, cada una en su lugar, sin desperdiciar nada ni taparse unas a otras. Y por tanto el usuario ya no tiene que perder tiempo moviéndolas de aquí para allá, buscándolas en la pila o la barra de tareas, minimizándolas o modificando sus dimensiones. Explicado así quizás parezca un concepto un tanto opaco; echadle, pues, un vistazo a las imágenes que acompañan a este artículo.

Ion resulta más flexible que otros gestores de su clase. En primer lugar, permite que el usuario prepare manualmente sus propios mosaicos, dividiendo o uniendo celdas a su aire; y pueden usarse muchos diferentes, uno para cada escritorio virtual. Además, es posible alojar varias ventanas en cada celda, que quedarán accesibles mediante una interfaz de pestañas.

Por supuesto, existen programas difíciles de encajar en un mosaico; herramientas de diseño gráfico o videojuegos, por ejemplo. Valkonen también pensó en ellas, y llegó a la misma solución que otros gestores similares a Ion: permitir que algunas ventanas puedan ser manejadas como flotantes, de un modo parecido al de un escritorio convencional. Se trata, claro, de una funcionalidad limitada, con la idea de ser utilizada en casos excepcionales. Estas ventanas flotantes se muestran en una capa dibujada sobre el mosaico.

¿Más cosas? Ion cuenta asimismo con una barra de estado —usualmente, en el borde inferior de la pantalla— que el usuario puede configurar a su gusto, incluso alojando en ella dockapps. Y con dos líneas de comandos, una para ejecutar aplicaciones y otra para darle órdenes al gestor. Y con un menú contextual que permite realizar algunas operaciones.

Por último, Ion es extensible y configurable mediante un lenguaje de programación llamado Lua . Los archivos de código correspondientes —contando los temas gráficos y las distintas facetas en las que uno puede meter la mano— suman más de una veintena, y se almacenan en /usr/local/etc/ion3. Las copias modificadas por el usuario deben guardarse en ~/.ion3, y tendrán prioridad sobre los originales.

Primeras impresiones


Captura de Ion

Aquí ya había comenzado a meterle mano a la barra de estado, en el extremo inferior de la pantalla, a la izquierda. Como veis las dockapps pueden incluirse en ella —en este caso, Dwgo, Wmbluecpu, Wmnd y Monto—.


Bueno, como norma general los gestores de mosaico no resultan acogedores para el recién llegado, e Ion por supuesto no es una excepción. Hay que dedicarles algo de tiempo, leer atentamente la documentación y memorizar los atajos de teclado necesarios para empezar a trabajar de forma provechosa con ellos.

Yo me encontré con una pantalla dividida verticalmente en dos mitades, con una terminal gigante a un lado y un tutorial de bienvenida —mostrado mediante Xmessage— al otro. Este último detalle está bastante bien, ahora que lo pienso; aunque se trata sólo de una copia de la página de manual, fácilmente accesible por otros medios, siempre es grato comprobar que se preocupan por ti. Y demuestra, ya de paso, que esa fama de huraño y desdeñoso con los usuarios que recayó sobre Tuomo Valkonen no era del todo merecida.

En otro de sus artículos , Valkonen afirmó que:

«A menudo se acusa a Ion de ser feo. Yo no creo que lo sea: no hay mucho de Ion que admirar, al fin y al cabo».

Sí, como todo gestor de mosaico posee una estética estrictamente funcional. Sin embargo, dibuja títulos para las ventanas, que cambian de color según su estado —activo o inactivo—, y discretas barras de separación entre las celdas. Y con esto ya muestra un aspecto más bonito y amigable que Larswm, otro gestor de mosaico que probé tiempo atrás, así que me di por contento.

Y ahora, a estudiar el manual...

Usando Ion

Me costó un par de tardes cogerle el tranquillo, por decirlo así. No es tan fácil: memorizar las combinaciones de teclas que sirven para manejar el mosaico resulta indoloro y bastante rápido, pero la configuración del gestor se halla repartida por varios ficheros de código Lua, y lleva su tiempo averiguar qué ajustes se efectúan en cada uno.


Captura de Ion

Lo más relevante de esta captura de pantalla es la línea de comandos para ejecutar programas dentro de la celda enfocada —en este caso se trata de la grande de arriba—.


Respecto al primer punto, pronto comprobé que los atajos de teclado que Ion ofrece en su configuración por defecto no eran precisamente los ideales, más que nada porque interferían con muchos otros programas. Lo solucioné editando el archivo ~/.ion3/cfg_ion.lua, y cambiando en él la tecla [Alt] por esa otra que ninguna aplicación usa jamás en Linux, y que por tanto espera libre para lo que uno desee: la del simbolito de Windows.

Y hablando sobre aspectos más generales... Bueno, estuve experimentando un poco con dockapps; y es cierto, en Ion funcionan correctamente. Pero aunque sí las utilizo en otros entornos, aquí no acabaron de convencerme, porque me pareció que robaban mucho espacio de la pantalla y hacían la barra de estado innecesariamente grande. Al final, después de muchas pruebas preparé mi propia barra de estado, con un reloj y medidores del trabajo y la temperatura de la CPU. En realidad, con un poco de imaginación puedes hacer aparecer en ella el texto de salida de casi cualquier script de Bash; siempre que quepa, vamos.

Ion es el gestor de mosaico más completo que he usado, aunque mi muestra no resulte de momento muy amplia: 2wm y Larswm son los únicos con los que puedo compararlo, y se trata de proyectos relativamente pequeños y oscuros. Pero sí, ofrece más de lo que parece a simple vista. Y al contrario que otros gestores de su tipo, otorga al usuario completa libertad para organizar la pantalla como desee. Resulta posible trabajar con aplicaciones maximizadas por completo, alternando de una a otra mediante las pestañas; o bien dividir el espacio del monitor en muchos pedacitos diferentes, y meter en cada uno un programa. Ya como guinda del pastel, el gestor recuerda tus mosaicos entre sesiones, de modo que no hay que ir creándolos desde cero en cada ocasión.

En fin, he estado conviviendo con Ion durante unas seis semanas. En las capturas que coloco aquí quizás parezca un entorno extraño y arisco; pero, superado el periodo de adaptación inicial, me ha parecido muy confortable. Y el caso es que en este tiempo de uso sospecho que sólo he arañado la superficie. Hay por ahí funciones bastante esotéricas que no me imagino para qué pueden servir, como una línea de comandos Lua o la posibilidad de crear mosaicos flotantes, aunque si existen es porque en algún momento alguien las necesitó.

Opciones de personalización


Captura de Ion

Un videojuego —el venerable Duke Nukem 3D— corriendo en una ventana flotante.


Hay muchas, algunas que yo ni siquiera sospechaba. Por ejemplo, ¡temas gráficos! En realidad se limitan a cambiar colores y ciertos detallitos estéticos de la interfaz que dibuja Ion, y ésta resulta más bien mínima: títulos para las ventanas, y la barra de estado. Aun con eso se me antojan una buena ocurrencia. Entre los que vienen incluidos en la instalación básica existe una razonable variedad.

Luego uno puede retocar a su gusto la mayoría de los detalles funcionales importantes: atajos de teclado, contenido de los menús, etc. De hecho, con unos conocimientos adecuados de Lua y la organización interna del gestor resultaría posible incorporarle características nuevas, aunque eso queda ya para usuarios avanzados. El paquete ion-scripts-3-20090527.tar.gz incluye muchos de estos añadidos, y los documentos empaquetados dentro de ion-doc-3-20090110.tar.gz explican lo necesario para personalizar Ion en profundidad; ambos se hallan disponibles para descargar en la página de Tuomo Valkonen .

No hay un archivo único de configuración, sino varios, alojados normalmente en /usr/local/etc/ion3. Para efectuar cambios, se recomienda que copiéis el que os interese —como muestra, cfg_kludges.lua si deseáis que DOSBox se ejecute siempre en una ventana flotante— al directorio oculto ~/.ion3, y modifiquéis esta copia personal a vuestro gusto.

Aunque estos ficheros están en general bien comentados, cuesta un poco entender su organización y qué ajustes resulta posible hacer en cada uno. Así que paciencia, y una atenta lectura del capítulo 3 de Configuring and extending Ion3 with Lua.

Documentación

Queda algún hueco por cubrir, pero en líneas generales muy buena. La página de manual explica lo imprescindible para que el usuario novato aprenda a desenvolverse: sobre todo algo tan fundamental como los atajos de teclado. A mucha gente incluso le bastará con ella.

Y por otra parte encontramos el paquete ion-doc-3-20090110.tar.gz. Éste contiene dos documentos, el mencionado Configuring and extending Ion3 with Lua y Ion: Notes for the module and patch writer. El primero detalla la configuración del gestor, y el segundo va dirigido a aquellas personas con conocimientos más técnicos que deseen ampliarlo con nuevos módulos o modificarlo. Vienen en varios formatos: PDF, DVI, PostScript, y además los textos originales en LaTeX por si alguien desea reconstruirlos.

Aciertos


Captura de Ion

En un gestor de mosaico los fondos de escritorio no tienen en principio mucho sentido, pero Ion permite que queden visibles en las celdas vacías, como ocurre aquí. (La captura no es mía: fuente ).


Inconvenientes

Conclusión

No he explorado mucho todavía en el mundillo de los gestores de mosaico, porque en principio no me atraía demasiado, y además yo tendía a juzgarlos como «todos iguales», simples repeticiones de la misma idea. Con Ion eso está empezando a cambiar. Ion mola: una vez te acostumbras a él, descubres un entorno de trabajo eficiente, confortable, e incluso grato a los ojos en su modestia. Puedo entender pues que alcanzase tanta repercusión durante sus años de desarrollo.

Por lo demás, la gente interesada en probarlo seguramente debería instalar su variante actual, Notion.

Galería de imágenes

No pensaba poner más capturas porque, bueno, Ion no tiene en realidad mucho que enseñar, su interfaz es muy discreta. Pero luego he pensado que estaría bien mostrar más configuraciones:

Captura de Ion

Un mosaico con cuatro celdas, aunque como veis diferente a los que suelo emplear yo, con el área principal a la izquierda. Ah, y un fragmento del Ion Manifesto en una ventana de Konqueror. (La captura no es mía: fuente ).

Captura de Ion

La imagen muestra un mosaico flotante por encima de otro convencional, vacío. Y también un tema gráfico diferente, con colores marrones.

Captura de Ion

Si todo lo que necesitas puede ejecutarse en terminales, un gestor de ventanas como Ion es de lo más práctico. (La captura no es mía: fuente ).

Captura de Ion

Otra sesión con terminales, con la salvedad de que son todas translúcidas y dejan ver el fondo del escritorio. GKrellM tiene una pequeña celda para él solo en la esquina inferior derecha. (La captura no es mía: fuente ).

Descargas

Poco que poner aquí. Quizás a alguien le sea útil la configuración de mi barra de estado para elaborar sus propias chapuzas. Muestra la fecha, el porcentaje de uso y la temperatura del procesador —esta última llamando a Lm_sensors—, y el número de procesos activos.

 

Artículo escrito el 1 de julio de 2014.


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